jueves, 8 de diciembre de 2011

Fializando el infinito III (Un final en silencio) (Julio 2002)

Y se acerco el ocaso de mi destino
y desee esa olvidad paz, inocencia de mi ayer
mi mente suspiró, las palabras se callaron en mi acorde de silencios.
Mi pulso se hizo lento, no es el fin es más bien mi comienzo
aveces olvidamos para que estamos aquí
y al partir nos retienen las palabras del ayer que nos recuerdan que no hicimos nada
entonces nos aferramos y el destino sigue,
se detiene,
lo comprendemos,
lo olvidamos,
nos asfixiamos en el aire y revivimos;
el ocaso finaliza
dejamos las lagrimas atrás
el remordimiento,
la melancolía es nuestro grito lleno de silencios.
Somos un alma agonizante, una utopía sin nacer
sin embargo nos apegamos a las voces que nos atormentan
y comienza nuestra trágica existencia de nuevo.
Tal vez algún día nos atrevamos a finalizar este infinito ciclo
de vida y muerte
entonces no quedara nada
solo el silencio.

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